Esos sueños vagos, esa ilusión surrealista del universo donde todo era color de rosa, esa forma de ver a la gente cómo si fueran lo mejor sin importar su pasado, presente o futuro; todo eso fue, en parte, lo que peor que te pudiste hacer. Tu inocencia era como una flor que fue marchitando a medida que conocías a las personas; te amargabas más y más a medida que te iban traicionando.. fallandote una a una, fue así que te encerraste en vos, no dejaste que nadie más tocara ese poco de felicidad que te quedaba, ni siquiera a mí. Desconfiabas de cada persona que quisiera hacerte bien.. ¿Es eso bueno? Quién sabe. Yo prometí estar y es el día de hoy que lo cumplo aunque desconfíes hasta de tu sombra.
Espero y algún día volver a ver tu resplandeciente sonrisa y no esa amarga expresión que cargas.
Perdón.
